jueves, 2 de junio de 2016

Artículo final: punto y seguido

Artículo final: todo lo bueno se acaba. Punto y seguido

Artículo final de la asignatura literatura infantil


Esta asignatura, para una enamorada de los libros como yo, es un caramelo, un dulce que tienes que saborear despacio para que dure más su sabor. Como buen caramelo, el envoltorio promete, con papeles brillantes en forma de libros con cientos de cuentos e historias esperando a ser leídas, ser escuchadas. Pero sobre todo aprendes a reaprender, a recolocar conceptos en tu cabeza y volver a buscarles ubicación en la neurona correcta. Una tarea compleja, intrínseca, para la cual merece la pena engrasar las neuronas. Degustemos este menú plato por plato.

Del bloque uno me enamoro la frase de María Moliner, la literatura es el arte de utilizar las palabras para manifestarse. Gran frase de una gran mujer. Siempre he pensado que un libro era un continente de personajes, de historias, no un continente de cuentos. Me parece que en este apartado tengo que dejar de lado objetivos y contenidos propiamente didácticos y pensar en el libro como un contenido sentimental, por así decirlo.

Jamás se hubiera pasado por la imaginación que la literatura tuviera hermanos, no mayores ni menores, sino hermanos. Me refiero a la paraliteratura como no. No sé si este texto, escrito, resumen, post o cómo se le quiera llamar será paraliterario, literario o simples palabras unidas. Lo que sí sé, es que en algún momento de mi vida, algún día escribiré algo literario como sé que alguien dará a compartir algún post de este blog, que no será una competencia pero si un objetivo personal. Nunca me gusto la historia de literatura, tampoco es que mi profesora de la ESO la hiciera muy agradable para el oído, pero tengo que reconocer que este apartado ha llamado mi atención. No sé por qué no me sorprende que la mentalidad de muchas personas siga en la Edad Media pensando que la literatura infantil no merece tanto la atención como la literatura “para adultos”. Me pregunto cuántos cuentos les habrán contado de pequeños o dicho de otra forma, cuándo fue la última vez que leyeron un cuento.

Me da mucha pena como se deja de lado el teatro en infantil, como se le excluye. Tal vez, si se le diera la importancia que merece, no tendríamos que aguantar más niños disfrazados de pastor representando el Belén en la función del colegio en navidad.

Para mí la poesía siempre ha sido jugar con las palabras haciendo que rimen, que tengan ritmo. No acabo de entender que la poesía no rime, es un hándicap por mi parte. Es lo que tiene crecer leyendo a Gloria Fuertes, que la poesía con rima acaba siendo un acompañante más en tu vida.

De los libros de autor, entiendo que mi querida y admirada oruga no sea un texto literario, como también entiendo que un maestro debe escoger libros por algo más que los sentimientos. La biblioteca de mi casa, cuya sección de infantil es casi tan grande como la de adultos, agradece este apartado aunque me duela llamarlos libros ilustrados.

El análisis de textos de autor me parece uno de los apartados más importantes de esta asignatura. He aprendido que ser princesa no es un cuento, y a pensar más en el niño que en el maestro. No encuentro ningún libro cuyo aspecto externo no me llame la atención o cuyas ilustraciones no me hagan soñar despierta. La tipografía es otro tema ya que encontrado libros cuyas letras son complejas de leer, incluso para adultos. A esto último, me gustaría añadir, que soy partidaria de dejar a los niños que miren los textos de autor y que, por qué no, los lean. De ahí que la tipografía que busco en los textos de autor sea adecuada para niños de 0 a 6 años.




El contenido es lo más complejo. Los niños, por su naturaleza a querer descubrir, pueden querer cualquier libro pero es el maestro el que debe seleccionar que libro es el adecuado para esa curiosidad innata. Los personajes no sé a quién gustan más, si a los niños o a mí (tengo el autógrafo de Geronimo Stilton) y algún que otro poster y peluche de los personajes. La oruga glotona siempre tendrá un hueco en mi clase y en mi habitación sólo espero que no coma tanto como la del cuento.

Los valores y contravalores son complejos porque no son los que el maestro crea, sino los que el niño aprenda. Una gran diferencia entre ambos conceptos. Desde otro punto de vista, me encanta la cronología del libro perfecto para niños de 0 a 6 años.

En bloque dos he descubierto algunas versiones de cuentos que no sé yo si me acaban de convencer. ¡Pobre bella durmiente! Entiendo que las versiones Disney no sean las originales pero, en algunos casos, las prefiero. No puedo decir lo mismo de Cupido, no quiero al querubín, quiero al original. O la versión de los hermanos Grimm de Blancanieves (pobre infeliz). Moralejas mejores que las del Conde Lucanor no creo que vaya a encontrar, aunque seguiré buscando.

Uno de los recuerdos más felices que tengo es ir al Retiro con mi madre buscando teatro de títeres. No es de extrañar que en la biblioteca de mi aula tenga sitio para los títeres. De los cuentos folclóricos ¿qué decir? Uno de los mejores momentos para mí de esta asignatura es sentarte a escuchar los cuentos que cuentas Irune, eso si no al estilo Serezade, por favor. Aunque admiro a los hermanos Grimm, mi cuento favorito siempre ha sido El gigante egoísta de Oscar Wilde y El patito feo de Hans Christian Andersen, aunque las historias de sirenas y leones marinos que nos contaste tengan más cuento que Calleja. Espero que Cecilia Bölh von Faber nunca más tenga que cambiar su nombre. He echado de menos a una de mis escritoras favoritas, Beatrix Potter. Peter Rabbit os manda saludos desde el huerto del señor McGregor. Al igual que en el bloque 1, me encanta la cronología del cuento folclórico para niños de 0 a 6 años
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Adaptar el cuento folclórico a niños de 3 – 6 años fue lo que más me costó. Primero porque nunca lo había hecho, segundo porque no lo hubiera adaptado (o hubiera quitado al demonio o no lo hubiera contado) y tercero porque no era un cuento que me entusiasmase. Si,piel de oso nunca consiguió llamarme la atención. A mi primo de cinco años le conté Piel de Oso exactamente igual que lo contaste en clase. Después de decir que era un guarro, cuando le pregunté por el demonio me dijo que no podía ser peor que Scar, el malo del Rey León. Supongo que los niños de ahora tienen sus propios demonios, muy diferentes a los niños que escuchaban Piel de Oso. Después de contarle la adaptación de mi blog, me dijo que molaba más el otro.




Del bloque tres me quedo con el bloque entero. Siempre he sido muy cuentacuentos, me encanta contar cuentos y que me los cuenten. Desde que empecé a estudiar literatura me han fascinado los juglares y, no es extraño, que en alguna feria medieval me pare a escuchar los cuentos que cuentan.

Soy de interaccionar con todo aquel que me escuche. Hablar es compartir. Igual que, las veces que cuento un cuento, me gusta hacerles preguntas para ver si les ha gustado, lo que más les ha gustado, lo que menos, qué cambiarían, qué personaje les gusta más, si lo volverían a leer…

¿Qué decir del cuentacuentos? Yo quiero ser cuentacuentos, de hecho todos somos cuentacuentos de nuestros propios cuentos, de nuestras propias historias. Me encantaría disfrazarme y sacar del cofre un montón de personajes que cuenten cuentos. Creo que es la mejor forma de contar un cuento, con la que más se viven los cuentos, no sólo los niños sino también nosotros mismos. También entiendo que, por qué no, el cuentacuentos cuente cuentos literarios. ¿No es mejor vivir un cuento que simplemente contarlo? Creo que con esta breve reseña al bloque 3, y con mi manifiesta admiración a Rodorín y a todos esos cuentacuentos que incultamente se confunden con payasos puedo pasar al siguiente bloque.



Del bloque cuatro tengo que decir que más de dos veces, desde que leí Gramática de la fantasía hace varios años, me he planteado la posibilidad de crear con niños y para niños. Nunca había optado por ninguna estrategia para crear cuentos o poesías, simplemente escribía por el placer de escribir. Claro que una cosa es escribir para ti y otra cosa es escribir para un “público” determinado. Cuando escribes para ti escribes lo que quieres y cómo quieres mientras que cuando escribes para otros tienes que empatizar con ellos. Confieso que llevo años, desde la jornada de puertas abiertas de la universidad hace cuatro años, esperando este bloque. Sobra decir que lo bueno se hace esperar. 

Como he dicho antes, crear en prosa y verso para mí es algo normal, natural de ahí que me resultara sencilla esta parte. Supongo que cuando lleve a cabo estas estrategias en el aula, el gallo Quirico cantará de otra forma.

La creación dramática es lo más complejo para mí, como novedad ya que nunca lo he hecho. Confieso que leí algún que otro ensayo y obra de teatro para ver cómo se escribía, cómo se describía la escena, los pensamientos de los personajes, cómo empezar, cómo acabar… Esa pequeña escena del bloque 4 es uno de los trabajos que más orgullosa estoy.

Para crear el libro opté por un material que conocía, una historia corta y una tarde libre. Lo guardo con cariño.




Para el bloque cinco, el único trabajo grupal, todas creamos una biblioteca en un aula real. Si no hubiese sido real, la biblioteca sería más grande que la Trinity College Library de Irlanda (dónde se grabó Harry Potter). De este apartado destacar que, cuando buscamos información en español, encontramos las típicas bibliotecas aburridas de las que todos estamos asqueados. Sin embargo, cuando buscabas en inglés, la cosa cambiaba. Encontramos un sinfín de planteamientos, muchas locuras y bibliotecas que te invitaban a soñar. La biblioteca que teníamos en el aula de infantil cuando yo era pequeña era un simple mueble con no más de diez libros. En casa yo tenía la caja de la tele de 32 pulgada con un buen fondo llena de libros, aunque la idea de tumbarse en un puff debajo de un dosel mientras lees u hojeas un buen cuento.

Por mi parte, la puesta en práctica de la biblioteca así como cuentacuentos, visitas a la biblioteca del centro, préstamo de libros y todo tipo de actividades relacionadas con cuentos están más que aseguradas en mi aula. De hecho es una de las cosas que en mi futuro profesional antes espero.

Me gusta mucho el apartado de prelectores. Yo he tenido bibliotecas en aula de 0 – 1 y 1 – 2 en las que fui su tutora. No leen pero desde pequeños tienen libros que en sus manos que conocen, tocan, exploran, juegan, los ven como algo normal. Desde pequeños aprenden a cuidarlos y aprenden a amarlos.




Como un último apartado, no podía faltar, quiero hablar del blog.No es fácil ser blogger. Tienes que ser paciente, dedicarle horas y mucha imaginación y búsqueda de información. Me parece un método muy práctico a la hora de trabajar, por ejemplo, desde la ESO ya que todos los contenidos pueden ser consultados de forma inminente en internet y todo el mundo puede ver tu trabajo. Comentar a los demás es difícil. Está claro que tú poner sólo las cosas buenas, que para las malas ya está la maestra, aunque debo reconocer que más de un post he leído y no he comentado, sobra decir el por qué.

Para finalizar sólo decir que hay maestros que te enseñan contenidos y objetivos y otros que, aparte de todo eso, te enseñan a amar tu trabajo.

Gracias.


Webgrafía: 

Estas dos páginas web son de la biblioteca nacional y del instituto cervantes. Me parecen dos de las instituciones de mayor importancia en lengua castellana y creo que deben tener un hueco en este blog.


La revista babar es una publicación especializada en literatura en la que se pueden leer artículos, entrevistas y noticias con los cuales estar actualizado en lo que a literatura refiere.


El dragón lector es una de las librerías por excelencia que, aparte de vender libros realiza todo tipo de actividades en torno a la literatura.


Resumen de las revistas y portales de literatura infantil en la web.


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